Además, el empleo de las dos capas de inyección, homogéneas y lineales, permiten reforzar su resistencia, convirtiéndola en una de las sillas más estables del mercado y eliminando cualquier sensación de tambaleo.
La ligereza está asegurada en todas sus variantes: dependiendo del modelo (con o sin reposabrazos), Fluit pesa 4,5kg y no alcanzando nunca más de 5 kg por pieza.